Que lleguen vía juicio a un acuerdo privado para grabar los soportes físicos de almacenamiento óptico (en cristiano: CDs y DVDs) con una empresa importadora y por ello se inflen los precios fastidia.
Que digan que no es "por si pirateas" y sigan diciendo que si haces uso de un derecho (el de la copia privada) estas cometiendo un crimen, fastidia un poco más.
Que el ministerio de cultura nos "recuerde" que es un delito (cuando no lo es) y los apoye con campañas pagadas por todos ya jode un poco más1.
Que intenten meter un canon a otros soportes "por ser idóneos para almacenar música" como discos duros y conexiones ADSL cuando, en términos digitales, cualquier cosa es idónea (hasta un buffer intermedio) ya empieza a poner los huevos negros.
Pero que encima se burlen de nosotros sacando una revista llamada "El Canon" (¿Casualidad? Si... claro...) ya te los deja negros del todo y con carbonilla.
Por mi parte lo tengo claro: nunca he adquirido voluntariamente basura, por muchas leyes del cine que saquen seguiré viendo las películas que me den la real gana y que, curiosamente, no suelen ser ni americanas ni (ecsss...) españolas. Lo mismo con la música. Si algún día desaparecen dejaré mi absentismo por un día y lo celebrare con champán del caro. ¡He dicho!.
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Y acusar de cometer un delito a toda la población cuando no es cierto debería ser, a su vez, un delito. ↩
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